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DE 1976 A NUESTROS DÍAS

DE 1976 A NUESTROS DÍAS

El sacerdote marianista Fernando Gómez López-Egea sucede en la dirección a Miguel González. Después de unos años de funcionamiento del Instituto, la Compañía de María juzga oportuno que el director sea un Catedrático de Enseñanza Media, en comisión de servicio, y así, en el curso 1978-79 ejerce la dirección Juan Rastrilla, a quien sucede en 1982, José Luis Martínez González para el mismo cargo. Desde la creación del Colegio como Instituto, se van incorporando algunos profesores en comisión de servicio y otros como interinos, que no son religiosos marianistas; al mismo tiempo disminuye el número de estos. En septiembre de 1980 desaparece la comunidad marianista de Tetuán. Los cambios sociales que se van produciendo en la ciudad con la marcha paulatina de los españoles, también se reflejan en la composición del alumnado. El número de hijos de residentes españoles y de hebreos disminuye al tiempo que aumentan los alumnos marroquíes musulmanes. Desaparecidas las circunstancias sociales que habían justificado la permanencia de los centros educativos en un país ya soberano, para atender a la población española, coincidiendo con los cambios que se produce en España con el advenimiento y consolidación de la democracia se produce un cambio de objetivos y de planteamientos de la educación española en el exterior. En 1983, el Ministerio de Educación y Ciencia, convoca un concurso para la provisión de todas las plazas, que no lo estaban, en régimen de comisión de servicios. Así, a partir del curso 1983-84, comienza una nueva etapa para el Instituto de Bachillerato Nuestra Señora del Pilar, en la que desaparece toda influencia de la comunidad marianista y pasa a ser en todo uno más de los varios centros docentes que posee España en el exterior. Esta nueva etapa viene acompañada de un cambio de los objetivos del Centro respecto a los que habían guiado sus etapas anteriores. El número de españoles se reduce cada vez más hasta representar un porcentaje minoritario frente a la presencia mayoritaria de marroquíes. A pesar de los cambios habidos en la titularidad y objetivos del Colegio, este continúa representando en la ciudad el mismo símbolo de buena educación académica, deportiva y cultivo del tiempo libre que fue siempre. Así como de sus aulas salieron en otros tiempos excelentes profesionales que hoy forman parte activa y relevante de las sociedades marroquí y española, las familias tetuaníes actuales continúan enviando sus hijos e hijas a este Centro porque esperan de él una sólida formación en todos los ámbitos del desarrollo del ser humano, que les capacitará en el futuro para alcanzar unos adecuados puestos profesionales a través de los cuales contribuirán al esplendor de sus respectivos países y al estrechamiento de los lazos de fraternidad entre Marruecos y España. En 2015 se celebran los actos conmemorativos del primer Centenario de la institución, centrados en dos fechas, en mayo y en octubre. En esta segunda fecha organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Marianista Nuestra Señora del Pilar de Tetuán se reencuentra un gran número de exalumnos y exalumnas durante varios días. Se colocó una placa conmemorativa en la primera sede en la calle y otra en el instituto, se celebraron conferencias, encuentros, visitas, asistieron numerosas autoridades como el Embajador de España en el Reino de Marruecos y se emitieron reportajes en la televisión pública española y en la marroquí. Además se organizaron diversas actividades para el alumnado como Tetuán 1915 o El Pilar de Ayer o el número especial de la Revista El Pilar. Una vez superados los primeros cien años el instituto debe continuar siendo un referente de la cultura y la educación española en Tetuán.