IE El Pilar

A finales de 1912 se constituyó el Protectorado Español sobre la franja norte de Marruecos. En febrero de 1913, España ocupa militarmente Tetuán y la convierte en la capital del protectorado. La colonia española comenzó a aumentar con rapidez con funcionarios civiles y administrativos, profesionales de servicios sanitarios, mercantiles, etc. que venían a residir necesariamente en la nueva capital. De manera que surgió la necesidad de crear algún centro docente que atendiera los hijos de las familias españolas. Las gestiones realizadas para interesar a alguna congregación religiosa, en las que intervinieron la Reina Madre de Alfonso XIII, Doña María Cristina, y el hermano del rey, el Infante Don Carlos, dieron fruto en la aceptación de la congregación de religiosos marianistas, quienes tenían ya varios colegios en España, destacando el Colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. En noviembre de 1914 el sacerdote Marianista Francisco Javier Delmas empieza los preparativos de la fundación, obteniendo las autorizaciones pertinentes del Gobierno de España, de las autoridades religiosas de la obra (Sagrada Congregación de Propaganda Fide) y del obispo de la Vicaría Apostólica de Marruecos que tenía su sede en la vecina ciudad de Tánger. En junio de 1915 ya estaba resuelta la fundación y senombró director al sacerdote Abdón Pereda Gamboa. La primera sede del Colegio estaba prevista en el Hotel Victoria de la ciudad, situado junto a Bab Tut, que iba a ser desalojado. Sin embargo cuando llega a la ciudad Abdón Pereda, el 30 de agosto de 1915, como el hotel ya no estaba disponible. El religioso hace nuevas gestiones y encuentra una casa apropiada en la subida a la alcazaba, próxima al cementerio musulmán. Allí comenzarían las primeras clases el día 8 de octubre de 1915, según se anunció en el periódico El Eco de Tetuán. Los religiosos que integraban la primera comunidad marianista fueron: Abdón Pereda, director y profesor de Filosofía; Francisco Lasagabaster, profesor de Ingreso; Francisco Arteche, profesor de Primer Año; José Gómez, profesor de Párvulos; Máximo Ruiz, profesor de Letras y de Francés; Lorenzo Fernández, cocinero; Francisco Olaso, carpintero; Gerardo Bolinaga, quien tiene que cumplir el servicio militar. Los alumnos fundadores fueron: Juan Potous Barceló, primer alumno matriculado; Antonio Potous Barceló, Rafael Salinas, Alfonso de Villagómez, Víctor Becerra Herráiz, Manuel Becerra Herráiz, Juan Albertí Vives, Antonio Albertí Vives, Luis Villas de Velasco, Víctor Villas de Velasco, Francisco de Garay Márquez, Isidoro Marin-Padilla Fernández, Andrés Marin-Padilla Fernández, José García Velasco, Nicolás García Velasco, Lorenzo García Velasco, Andrés Sánchez Fernández, Joaquín Pérez Sánchez y José Pérez Sánchez. En días sucesivos nuevos alumnos se van incorporando al recién nacido colegio, entre ellos algunos musulmanes: Ahamar Ben Sidadi, primer alumno musulmán; Maimún Ben Kaddur Saidi, Abdeslam Al-Luch, Mohamed Erkaina, hijo del ministro marroquí de Hacienda; Mustafa Ermiqui, hijo del Bajá de Alcazarquivir, etc. En total hasta sesenta y cinco alumnos de una u otra cultura, cifra de la población escolar en el primer año de existencia del colegio, durante el curso 1915-1916, distribuidos en dos clases graduadas de primera enseñanza y los seis cursos de bachillerato. Siete meses permaneció el Colegio en aquella casa de la Alcazaba. El 8 de mayo de 1916 se reanudan las clases en la llamada Casa de los Azulejos o Casa Betis, situada en la esquina de las calles Mohammed Torres y Sidi el Mandri, en el Ensanche. En el mes de junio, por imposición administrativa, llega a la ciudad una comisión de Catedráticos del Instituto de Cádiz para examinar a los alumnos de Bachillerato, acto que se celebró en la Secretaría General de la Alta Comisaría con un brillante resultado: 36 sobresalientes, 18 notables y 13 aprobados. El primer alumno que finaliza su bachillerato en este primer curso del colegio, fue Juan Potous Barceló.